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miércoles, 12 de septiembre de 2012

La Escotilla (Salud): ¡Se pueden bajar los paros y las tomas pero no la movilización!

Con la intención de formar parte activa del movimiento, la semana del 27 de agosto nuestra Facultad paralizó sus actividades académicas con objetivos claros de recomposición organizativa, para informarse y discutir sobre horizontes, demandas y estrategias del movimiento, reposicionar nuestra lucha y participar del paro nacional del 28 de Agosto. Y aunque se avanzó en torno a los objetivos planteados para esas jornadas, con el regreso a clases, de pronto se siente una baja en los ánimos de lucha de los compañeros, como si el Paro hubiese sido un saludo a la bandera y ahora que ya “cumplimos”, solo nos dedicamos a nuestras actividades académicas. Pero para quienes en verdad queremos un cambio en la sociedad, la lucha es necesaria y debe ser permanente. Retomar las clases, NO significa dormirnos en un estado de apatía, por el contrario, es una invitación constante a seguir la lucha. Recordemos que aún no hemos conseguido ningún triunfo, que las leyes del gobierno no son más que un maquillaje al modelo educacional y solo con organización efectiva y discusión constante podremos desarrollar nuestra fuerza y dar vida a un Proyecto Educativo distinto que quiebre los pilares mercantiles de la sociedad actual. 


Nuestra generación ha vivido numerosas movilizaciones estudiantiles que han problematizado y puesto sobre la mesa las injusticias del actual Sistema Educacional. El 2006, 2008 y 2011 (por mencionar las movilizaciones más recientes) son años en que se han sumado contingentes estudiantiles al movimiento y se han profundizado las críticas al Sistema Educativo imperante. Pero aun falta extenderlo al sistema en su totalidad, además de ser capaces de construir un Proyecto en miras de una Nueva Educación para la Nueva Sociedad que queremos.

 A pesar de las movilizaciones, la mala educación sigue reproduciendo la desigualdad, generando sujetos funcionales al modelo y golpeando a todos quienes no tienen para pagar un colegio particular o los altísimos aranceles universitarios. Es así como la educación se reduce a una inversión personal para la “movilidad social” y el bienestar individual y se sumerge en la dinámica del mercado. Las “iniciativas” del gobierno que no son más que meros ajustes para mantener el negocio educativo como la reciente aprobación de la Reforma Tributaria, que no recoge en nada nuestras demandas y solo nos vuelve a mostrar que la Concertación y la Derecha son dos caras de un mismo bloque, con un consenso general cuando del modelo neoliberal se trata. Y entonces ¿Cómo entrarle al modelo y cambiar de raíz la Educación?

La Educación cumple una función principal en toda sociedad, tanto desde el punto de vista cultural y productivo, como en lo referido al orden social y tipo de relaciones que se establecen entre los sujetos. De modo que, un cambio a nivel educacional, debe implicar una transformación del sistema en su conjunto. Para nosotros hoy es necesario entender esto como parte de nuestro horizonte, porque no queremos meros parches a una educación profundamente segregadora y alienante, sino que por el contrario, buscamos una educación que rompa los esquemas de modelo dominante, que desarrolle de forma integral a hombres y mujeres para que sean protagonistas de la construcción de la sociedad, y que impulse tanto el desarrollo productivo, científico y cultural permitiendo que todos gocen de sus beneficios. Esto nos insta a una ardua labor, para constituir una alternativa capaz de congregar al pueblo, proyectar sus intereses y vencer en esta gigantesca misión. 

Es por esto que entendemos la lucha por una educación pública, igualitaria, laica, gratuita y de calidad como una lucha del pueblo que no podemos abandonar. Depende de cada uno de nosotros y de nuestra suma organizada. Se requiere que nos eduquemos, debatamos, que generemos estrategias para presionar y conquistar demandas que debiliten los pilares de la educación de mercado, que disputemos la universidad y el sentido de nuestras disciplinas, que desarrollemos nuestro conocimiento como una herramienta más para la transformación social, en definitiva, que construyamos el PODER DE LOS ESTUDIANTES para enfrentar a todos quienes mantienen la injusticia y precariedad. 

Porque La lucha no termina con el 18 ni las municipales, 
Construyamos el Poder de los estudiantes

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