Lo último

martes, 9 de julio de 2013

De la demanda al ejercicio de nuestra fuerza ¡A construir la educación al servicio del pueblo!

Este 2013, la mayoría de los espacios de la Universidad de Chile han iniciado procesos de paralización o toma, permeados tanto por la necesidad de continuar con la lucha del movimiento estudiantil por cambios estructurales en el modelo educativo, como por diversas demandas que disputan el estado actual de nuestras carreras y facultades. Es momento de hacer un balance tomando los aprendizajes que nos permitan proyectar de mejor manera la continuidad de estos procesos.

Las movilizaciones durante este año se ha caracterizado principalmente por una seguidilla de hitos de manifestación: #nosvemosel8; #yomarchoel26; #yomarchoel11, cuyo principal rédito hoy es el posicionamiento mediático del movimiento estudiantil como un actor que sigue vivo. Sin embargo las demandas del movimiento han sido desalojadas del debate por vocerías que ponen el acento en la interpelación a los candidatos presidenciales y a la desconfianza en el actual y próximo gobierno.

Para avanzar hacia el logro de nuestros objetivos es necesario que el movimiento supere estas desviaciones que hoy le impiden avanzar. Ni posicionarnos mediáticamente, ni esperar a las elecciones en busca de cambios son los caminos adecuados para avanzar hacia las transformaciones que buscamos.

Es necesario enmarcar la coyuntura actual y las movilizaciones estudiantiles en un proceso más amplio, asumiendo que el enemigo supera al gobierno o a la clase política; es el modelo económico que hoy reproduce los problemas estructurales de nuestra educación y determina la forma en que se dirigen y establecen prioridades en cada una de las instituciones educativas de nuestro país. Por ello afirmamos que el objetivo principal debe ser la constitución del movimiento como un actor que efectivamente sea capaz de torcerle la mano a quienes nos dominan.

Tener esta proyección en mente nos lleva a entender que hay que superar los paros como momentos de construcción y asumir la necesidad de mantenernos organizados de forma permanente, generar colectiva y masivamente nuestras propias claridades, elaborar un plan de lucha y movilización, regido por nuestros propios tiempos y sobre todo en base a nuestros objetivos y fuerzas. Sólo así nos hacemos dueños de la historia que intentamos forjar.

En la Universidad de Chile en particular se han levantado diversos procesos de movilización que cuestionan el modo en que funciona actualmente nuestra Universidad. El desafío actual es que los diversos procesos encuentren la raíz común que los agrupa: la educación al servicio del mercado. Estamos convencidos de que las problemáticas que hoy nos afectan son sólo síntomas de una Universidad incapaz de encarnar los principios que posiciona el discurso: el carácter público y la vocación de servicio social, debido a que se rige más por criterios de rentabilidad y competencia que por la necesidad de aportar e impactar en el país. Hoy los estudiantes organizados de la Universidad de Chile debemos cohesionarnos en pos de un proyecto común: la lucha por construir una Universidad vinculada con la sociedad, cuyo objetivo principal sea aportar a la solución de las grandes problemáticas que hoy afectan al pueblo chileno y cuyo quehacer central sea la formación plena, integral y en condiciones adecuadas de los profesionales que de ella egresen.

Nuestro objetivo principal para este momento debe ser la construcción y la acumulación de fuerza estudiantil organizada, que nos permita ganar nuestras demandas e imponer nuestros términos en todos los niveles de disputa. En base a esto hoy existen 4 tareas fundamentales que nos permiten avanzar. 

La primera es cohesionarnos internamente como movimiento estudiantil, apuntando a la establecer vínculos estables y permanentes con secundarios, profesores y actores de la educación en general. Sólo mediante este mecanismo conseguimos constituirnos como una fuerza que no dependa de otros para lograr sus objetivos.

La segunda es pulir y dar a conocer nuestras definiciones. Nuestras reivindicaciones fundamentales no pueden ser gratuidad y fin al lucro si sabemos que éstas caben en un modelo neoliberal y que por lo mismo ya han sido ofrecidos por los candidatos presidenciales. Si nuestro objetivo es desafiar al enemigo es necesario recobrar el foco en demandas que ponen en jaque los pilares del modelo: la eliminación del mercado educativo (en todas sus expresiones) y el fortalecimiento de la educación estatal.

La tercera es construir y ejercer el proyecto educativo que queremos en cada uno de nuestros espacios. Nuestro norte es que cada disciplina y cada futuro profesional aporte a la construcción de una sociedad distinta y parar ello debemos levantar y sostener las iniciativas que materialicen este objetivo en el presente.

La cuarta es levantar una disputa decidida por el proyecto de nuestra Universidad. Hoy los estudiantes de la Universidad deben tomar como propia la tarea de definir demandas a nivel de la Chile en cada uno de los espacios de la Universidad y construir la capacidad colectiva para alzar una lucha en conjunto.

Plataforma Colectiva - JGM
NODO – Derecho
La Escotilla – Salud
La Revoltosa – Inap

0 comentarios: